Continuamos
hoy con aquellas especies que empiezan a ser aceptadas para su retorno a la
vida salvaje de Europa por presentar una menor dificultad de convivencia con el
hombre.
Este
grupo es el más indicado para llevar a cabo un “rewilding” tipo A o moderado, que por el momento se va implantando
lentamente, suponiendo un primer paso a la hora de devolver a Europa una
biodiversidad perdida, centrada principalmente en los mamíferos (que han sido
los más castigados por la acción del hombre) pero que a su vez conlleva el
asentamiento del resto de la fauna propia del territorio.
Un
territorio en búsqueda del equilibrio de ecosistemas, con mayor presencia de
los componentes de la cadena trófica, que van restablecer una composición más
acorde del entramado vegetal potencial, impidiendo en algunas zonas el desmedido aumento
del sustrato arbustivo que, en nuestro país por ejemplo, está propiciando la
desertización debido a su efecto propagador del fuego.